Hay una tradición directa que pasa del maestro al discípulo y del discípulo al admirador, que relaciona el arte de nuestro tiempo, con el valle del Nilo de hace 5 mil años.Los griegos realizaron su aprendizaje con los egipcios y nosotros somos alumnos de los griegos. De ahí que el arte de Egipto tenga tanta importancia sobre el arte de occidente.
Conocemos a Egipto como el país de las Pirámides, cuya importancia practica para reyes y súbditos era ayudar en la ascensión del faraón a la mansión de los dioses de la que había descendido, defendían el cuerpo sagrado de su destrucción. El cuerpo debía ser conservado para que el alma viviera en el mas allá. En torno a la cámara mortuoria se escribían ensalmos y hechizos, perennizaban la apariencia del faraón, para que este siguiera existiendo por siempre en un retrato en granito, y lo colocaban en la tumba donde nadie pudiese verlo donde operara su hechizo. Este arte no era para ser contemplado, relieves y pinturas en los muros de las sepulturas, retratos y modelos se relacionaban con la idea de proporcionar compañeros a las almas en el otro mundo.
En su modo de representar lo más importante no era la belleza sino la perfección, la misión del artista era representarlo toda tan clara y perpetuamente como fuera posible. Dibujaban de memoria y conforme con reglas estrictas para la mayor claridad de todos los elementos de la obra. Era un método más parecido al del cartógrafo que al del pintor. La representación del cuerpo humano: la cabeza de perfil, los ojos de frente, los hombros y el tórax de frente, los brazos y los pies en movimiento lateralmente, los pies vistos de lado con el dedo gordo visto en primer término. El artista egipcio se basa en lo que sabe o conoce que pertenece a una persona o a una escena (y no en lo que puede ver en un momento dado). Tenía un gran conociendo de formas y figuras y de su significado. El artista empezaba su obra dibujando una retícula de líneas rectas sobre la pared y distribuía sus figuras a lo largo de esas líneas. Las normas que rigen el arte egipcio confieren a cada obra individual un efecto de equilibrio y armonía. El estilo egipcio es un conjunto de leyes estrictas que cada artista tuvo que aprender. Las estatuas sedentes tenían sus manos sobre las rodillas, los hombres eran pintados más oscuros que las mujeres, la representación de cada dios tenía que ser respetada. Una vez en posesión de todas las reglas, su aprendizaje había concluido. Nadie le requería que fuera original.